Me sorprende que a las alturas que estamos, en la comarca de Els Ports, siga practicandose el caciquismo consentido por quienes viven del pesebre o tienen miedo a perder algún "favor político".Que sigan habiendo amenazas veladas e incluso se trate de reprimir y callar al que piensa diferente, sin reparar en los medios.
Me sorprende que a estas alturas alguien intente hacernos creer que está en posesión de la verdad absoluta y trate de cerrar la boca al que intenta dar otro punto de vista.
Me sorprende que en un sistema democrático, todo sea blanco o negro y no haya cabida para el gris. Que exista el miedo a decir "yo estoy aquí" y que exista el miedo a que se sepa que "fulanito" trata de escuchar a las voces que no opinan igual que el cacique y sus mariachis.
Me sorprende que se amenace a quien intenta ayudar al recién llegado, a ese que intenta dar su punto de vista, sin imponerlo.
Me sorprende que se utilicen terceros poderes mediáticos, lejanos al lugar del que hablo, para investigar, acosar y perseguir al que trata de desenmascarar al tirano; que esos terceros poderes se presten al juego sin importarles las vidas que hay detras.
Pero lo que más me sorprende, lo que más me cabrea, es que quien se dedica a esas prácticas déspotas, dictatoriales, es quien a ojos de todos, se erige como adalid de la libertad, la transparencia, el defensor del débil y estandarte de la democracia.
Sempre parle qui més te que callar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario